¿Qué es el Jazmín de Madagascar?
El jazmín de Madagascar, también conocido como Stephanotis floribunda, es un exuberante ejemplar considerada como una planta trepadora de exótica belleza y fragantes flores blancas. En espacios interiores, puede crecer hasta 5 metros, llenando tu hogar con su encanto tropical.
Es una gran compañera de cualquier interior, además, los cuidados del Jazmín de Madagascar, son tan asumibles que resulta imposible no querer disfrutar de ella.
Beneficios de Tener un Jazmín de Madagascar
El jazmín de Madagascar es una planta muy popular en la decoración de interiores gracias a sus grandes flores blancas que desprenden un aroma embriagador desde abril hasta septiembre.
Características del Jazmín de Madagascar
El jazmín (Stephanotis floribunda) es originario de Madagascar, de ahí proviene el nombre de jazmín de Madagascar. Destaca por sus hojas brillantes, con un follaje persistente, ovaladas y de color verde oscuro, y sus flores cerosas de cinco pétalos que florecen sin interrupción desde primavera hasta otoño y desprendiendo un aroma que enamora.
Cuidados del Jazmín de Madagascar
Suelo y Plantación: el jazmín de Madagascar requiere suelos ricos en nutrientes con buen drenaje. Una mezcla de arena y humus de lombriz es ideal para su crecimiento. Planta en primavera u otoño para mejores resultados.
Riego: como en todas las plantas, un buen riego es importante para la salud de las plantas. Durante su floración, riega aproximadamente tres veces por semana, asegurándote de que el agua drene bien, para ello puedes ponerle piedras antes de poner el sustrato. Reduce la frecuencia en otras estaciones.
Desde el otoño, necesita reposar para volver a florecer con fuerza, por eso te aconsejamos llevarla al interior y regarlo con menos frecuencia
Luz: Coloca el jazmín de Madagascar en un lugar con abundante luz natural, evitando la exposición los rayos del sol directos. En el caso de que reciba luz directa que no sea mas a 2 o 3 horas al día.
Temperatura: Prefiere temperaturas entre 10°C y 30°C. Mantén una temperatura constante para un crecimiento óptimo.
Humedad: Pulveriza agua tibia sobre sus hojas para mantener la humedad, especialmente en entornos secos.
Es importante que tanto el riego como la pulverización se hagan con agua de lluvia o, si es del grifo, que se deje reposar esta durante 24 horas antes.
Poda: Realiza podas en primavera para eliminar ramas secas y estimular un crecimiento vigoroso.
El momento perfecto para podar el jazmin es en primavera, donde no debemos excedernos en su poda y evitar cortar los tallos.
Trasplante: Transplanta en primavera para renovar su sustrato y promover su crecimiento.
Junto con el podaje, que se realiza en primavera, puedes aprovechar y hacer el trasplante, añade un poco de fertilizante liquido.